
Bar Amaya es un lugar que no te puedes perder si andas por Plaza Coronación, 3 en Estella. Reabierto recientemente tras casi dos años de cierre, este bar ha regresado con toda la energía y una valorización de 3.4 sobre 5 en Restaurant Guru, lo que no está nada mal. Tiene un ambiente ideal para cualquier momento del día, desde un buen desayuno hasta una cena con amigos. Además, su menú es bastante variado, lo que siempre es una ventaja. ¡Ah! Y si te apetece algo refrescante, su selección de cócteles y vinos es un must-try.
Si buscas un sitio donde disfrutar de buena compañía y un ambiente amigable, Bar Amaya es tu opción. Con una puntuación media de 3.3 en general, está claro que atrae a gente de todas las edades. Atrévete a probar algunos de sus platos pequeños y acompáñalos con sus deliciosas bebidas. Y si tienes dudas, ¡puedes contactarlos directamente al 948 04 73 75!

Horarios Bar Amaya
| Día | Hora |
|---|---|
| lunes | 8:00–23:00 |
| miércoles | 8:00–23:00 |
| jueves | 8:00–23:00 |
| viernes | 8:00–23:00 |
| sábado | 8:00–23:00 |
| domingo | 8:00–23:00 |
| nan | 8:00–23:00 El horario podría cambiar |
El horario podría cambiar.
Mapa Ubicación Bar Amaya
Dónde se encuentra Bar Amaya
¡Hola, amigos! Si todavía no han tenido la oportunidad de visitar Bar Amaya, se están perdiendo de una verdadera joya en Estella. Este sitio, situado en Pl. Coronación, 3, es el lugar ideal para disfrutar de comida japonesa que es perfecta: fresca, sabrosa y cuidada al detalle. Cada vez que pido algo nuevo, me sorprenden con su habilidad para hacer que un plato sepa aún mejor de lo que esperaba. ¡Es para volver una y otra vez!
Y no solo la comida es espectacular, es que la atención está a otro nivel. El personal es amable, cercano y te hace sentir como en casa desde el primer momento que pones un pie ahí. Es ese tipo de lugar donde siempre te reciben con una sonrisa y te hacen sentir bienvenido.¡Recomendadísimo! La última vez que fui, quedé tan encantado con todo que decidí darle un merecido 5 estrellas por comida, servicio y ambiente.
Ahora bien, no todo ha sido perfecto, y entiendo que hay opiniones variadas. Algunos visitantes han mencionado que la atención de las camareras a veces no es la más amable, lo cual es un pequeño contratiempo. Pero, hey, las croquetas y las bolas que probé estaban riquísimas, así que vale la pena darle una oportunidad. Por lo general, el ambiente es bastante animado, especialmente cuando hay público local disfrutando de las terrazas. Definitivamente, ¡hay algo en el aire que invita a quedarse!
Recientemente, también se ha remodelado y el resultado es un espacio muy acogedor. Si te gustan las combinaciones de buena comida y un local bien ubicado, estás de suerte, porque está justo al lado de la estación de autobuses de Estella. ¡Es un lugar perfecto para hacer una parada y recargar energías! Imagina disfrutar de una buena tortilla o un café, ambos bien preparados y a un precio muy razonable. La ubicación realmente lo hace más atractivo.
Entonces, para los que se pregunten dónde está Bar Amaya, solo tienen que dirigirse a Pl. Coronación, 3, 31200 Estella, Navarra. La mezcla de buen ambiente, comidas deliciosas y atención encantadora, hacen de este bar un sitio que vale mucho la pena visitar. ¡Nos vemos allí!
Cuánto tiempo estuvo cerrado Bar Amaya antes de reabrir
No sé si habéis estado en Bar Amaya últimamente, pero la experiencia que tuvimos fue para olvidarla rápido, ¡y no precisamente por un buen motivo! Pedimos unos bocadillos y, aunque el lomo estaba bien, las dos lonchas que nos pusieron por 7,50€ no podían llenar ni a un niño. Y lo de las rabas, ¡ni os cuento! 10 rabas contadas por 8,50€. ¿En serio? Para colmo, el servicio fue pésimo. Las camareras, que más parecían estar de mal humor, nos dejaron claro que no querían atendernos. La verdad, con un trato así, yo no vuelvo ni loco.
Y, hablando de trato, no entiendo cómo pueden seguir así. Una vez, durante un domingo de fiesta, le preguntamos a una de las camareras si tenían carta de bocadillos o raciones. La expresión que puso… madre mía, parecía que le estábamos haciendo un insulto. Nos quedamos con las ganas de seguir en Bar Amaya, y para rematar, pedimos un Aquarius y nos trajeron un KAS. Cuando lo comentamos, la chica nos miró como si estuviéramos locos, preguntándonos dos veces si estábamos seguros. Con un vaso lleno de burbujas, ¿qué dudas hay? La verdad es que con un trato así, no me extraña que se estén quedando sin clientes.
Por otro lado, no todo es negativo. Al menos el bar lo han dejado muy bonito. El estilo es bastante moderno, aunque, bueno, la tortilla estaba un poco seca y el baño... un poco oscuro, ¿no? Las tazas y lavabos en negro no ayudan a que te sientas más cómodo. Sin embargo, me sorprendió que, a pesar de que había poquita gente, el servicio se notaba lento. Deben organizarse mejor porque ese mal rollo que se respira puede alejar a los pocos valientes que se atrevan a ir. Además, el acceso está bien porque es a piso llano, pero encontrar aparcamiento es otra historia, siempre está lleno.
En el lado positivo, encontré un rincón donde el sushi es lo mejor de Estella. Comimos unos fritos de gamba con mango que estaban para morirse, además de sushi y un arroz al curry con gamba. ¡Vaya festín! El lugar era tranquilo y muy agradable. Seguro que volveremos ahí, porque después del fiasco de Bar Amaya, necesitamos un buen plan para recuperar la fe en la comida local.
Por cierto, para los curiosos que pregunten cuánto tiempo estuvo cerrado Bar Amaya antes de reabrir, pues la verdad es que, en base a lo que sé, eso no está muy claro. Lo que sí sabemos es que la experiencia podría mejorar con un poco de cariño hacia el cliente, que siempre es lo más importante.
Cuál es la valoración de Bar Amaya en Restaurant Guru
Hablando de Bar Amaya, vaya experiencia la que viví ahí. Empezamos con las bombas de pimiento y, sinceramente, no sé quién se le ocurrió servirlas frías; la masa era pastosa y ni siquiera tenía buen sabor. Pasamos a las rabas y me las imaginaba crujientes, pero estaban demasiado aceitosas, como si las hubieran bañado en aceite. Y las bravas... ¡madre mía! Sosas y revenidas, con esa horrible salsa de tomate de bote y un poco de mayonesa, ni un poco de sal. La verdad, dejé más de la mitad en la mesa, y eso que no soy de despreciar comida.
El servicio, eso sí, fue amable, aunque se notaba que se les acumulaba el trabajo. Las raciones tardaron una eternidad en llegar; a punto de salir antes de que nos sirvieran. A pesar de la buena onda del personal, esas esperas no se compensan con una comida tan regular. Y como colofón, el local tiene su encanto: bien ambientado, con una terraza chula y un aparcamiento público cerca que te da 90 minutos gratis. Pero, con lo que se refiere a la comida, tengo claro que no vuelvo a tapear ahí.
Para contrastar, tengo que decir que también he oído de otros que han quedado encantados. Una amiga me contó que su hamburguesa con foie fue de las mejores que ha probado, y que el lugar tiene un ambiente bonito y el servicio fue impresionante. Algunos han quedado tan contentos que incluso dicen que su cena fue perfecta y que el juego de cubiertos fue un detallazo. Pero, claro, mi experiencia no fue igual.
En cuanto a la valoración de Bar Amaya en Restaurant Guru, parece que tienen un mix de opiniones: mientras que algunos les dan 2 estrellas por los temas de comida y servicio que mencioné, otros les dan un 5 por la hamburguesa y un trato estupendo. Al final, la experiencia puede variar bastante según lo que cada uno pida y viva en el lugar.
Qué tipos de comidas se pueden disfrutar en Bar Amaya
Estás en Estella y te dejas caer por Bar Amaya, ese lugar en Pl. Coronación, 3. No sé tú, pero te juro que la primera vez que entré, me llamó la atención esa terraza perfecta para disfrutar del brunch. Ideal para hacer una parada rápida y comer algo sin complicaciones. Eso sí, te advierto que su café es a la antigua, y cuando digo antiguo, me refiero a que llega a la mesa muuuy caliente y amargo. Pero si te apetece un snack, la mini de txistorra está increíble. No sería un mal plan quedarte aquí y disfrutar del ambiente, ¿no crees?
No puedo evitar comentar sobre las hamburguesas que ofrecen. Tras la reforma, esperaba algo mejor, pero las que probé me dejaron mucho que desear. La carne era más pequeña que el pan, tipo Bimbo, y venía cargada de lechuga de bolsa que no tenía sabor. ¡Vaya decepción! Además, los platos llegaron fríos, que es un fallo que el servicio no debería permitir. Eso sí, no todo es negativo. ¡El servicio al menos es amable! Aunque me quedé con ganas de más después de esa cena.
Y bueno, tampoco podemos olvidar esos momentos de détente con un martini bien frío. ¡Le dan en el clavo siempre con ello! Si buscas una comida más reconfortante, el ajoarriero con patatas y huevos está espectacular. Me sorprendió cómo el personal se preocupa incluso por los peludos; vi a una señora que le trajeron agua a su perro y no solo eso, ¡le pusieron hielo para que estuviese fresquito! Esos detalles son los que marcan la diferencia.
Ahora, si te preguntas qué tipo de comidas puedes disfrutar aquí, Bar Amaya ofrece desde platos combinados como lomo, ensaladas y pimientos, hasta un brunch rico y sencillo con un toque especial. La carta tiene variedad, pero definitivamente podría mejorar en calidad y presentación. En fin, si decides pasar por allí, procura ser crítico y ¡espero que tu experiencia sea mejor que la mía! ¿Volverás a darle una oportunidad?
Es Bar Amaya un buen lugar para desayunar
Siguiendo con nuestra aventura, llegamos al Bar Amaya, un lugar que no deja indiferente. Si te pasas por ahí, ten mucho cuidado, peregrinos, porque su cartel te puede incitar a errores. Tienen un menú para peregrinos a 9 euros que suena tentador, pero ojo, que no incluye postre. Eso sí, en el cartel solo hablan de dos platos y bebida, pero parece que sus menús de peregrino, sin importar lo que digan, normalmente incluyen el postre o café. Después de nuestro quinto menú en cinco días, esto fue un poco desconcertante. Al final de la comida, te ofrecen el postre y café con tanta normalidad que parece que está todo incluido. Es un poco un juego de ingenio: no hay engaño directo, pero la jugada es clara. Por eso, se lleva solo 2 estrellas de mi parte, porque la comida no estaba mal, pero esa triquiñuela los perjudica.
Ahora, si hablamos del menú del domingo, aquí se ganan unas 5 estrellas sin duda. Por solo 12 euros, te llevan unas raciones generosas que están bien elaboradas. Todo esto con un trato muy cordial y agradable. ¡Definitivamente, para repetir! Aunque, eso sí, los aseos podrían estar mejor. Pero bueno, lo que realmente importa es la experiencia de comer bien y sentirte a gusto, ¿no?
Por otro lado, no todo es positivo. Cuando pedimos tres raciones una vez, la experiencia fue una decepción. Ese día, nos echaron encima unas alitas frías y poco apetecibles, y ni me acuerdo de lo que pasó con la tercera ración, que ¡se olvidaron por completo! El servicio fue deficiente, y para colmo nos cobraron 20 céntimos por servicio en terraza. En tiempos donde todos son un poco más sensibles al bolsillo, esto se siente un poco abusivo, sobre todo si el servicio fue tan desastroso. Vamos, que me levantaba cada vez que quería que me atendieran. 1 estrella sería generoso en este caso.
Y ahora, hablando de un punto más positivo, el Bar Amaya tiene como especialidad el vermut, ofreciendo hasta dos tipos distintos. Desde que un nuevo dueño tomó las riendas, el lugar ha mejorado poco a poco, con servicio rápido y un ambiente relajado donde no hay ruido de música a tope. Los fritos son excelentes y el menú es bastante razonable, así que es un buen lugar para comer entre semana.
¿Es Bar Amaya un buen lugar para desayunar? Bueno, si buscas un sitio tranquilo para relajarte con un café y un buen vermut, puede ser una buena opción. Aunque, si prefieres un desayuno completo con postre, tal vez quieras mirar en otro sitio, ya que ese "detalle" de lo que incluye su menú puede dejarte con un mal sabor de boca. Pero, en general, no está mal para un desayuno tranquilo.
Qué tipo de ambiente se puede esperar en Bar Amaya
¡Ah, Bar Amaya! Siempre que paso por Estella, no puedo evitar hacer una parada a picar algo o a disfrutar de un vermú. La atención ahí es siempre agradable, como si estuvieras en casa con amigos. Los frutos son la bomba, no te los puedes perder, y si eres peregrino, te recomiendo probar esos lagos combinados o unos clásicos huevos fritos con chistorra. Eso sí, puede que a veces el servicio no sea el más rápido del oeste, pero lo hacen con tanta gracia que casi ni te das cuenta.
El lugar tiene ese encanto de bar de siempre, con sus fritos caseros que son una delicia. La decoración es un guiño a los años setenta, con una barra alta que le da un aire muy auténtico. No obstante, hay que ser sinceros, el acceso a los servicios es un poco raro y se siente un poco lóbrego. ¡Pero no te preocupes! La terraza es una gozada, perfecta para disfrutar en esa plaza peatonal, aunque eso sí, las mesas son un poco pequeñas y están pegadas unas a otras, lo que puede hacer que las charlas de los vecinos sean un poco más íntimas de lo que pensabas.
Por otro lado, he escuchado algunas críticas sobre la limpieza. Algunos dicen que está un poco sucio por dentro y la terraza a veces no se atiende como debería. También hay quienes mencionan que el servicio ha decaído desde que cambiaron de dueños, lo que resulta decepcionante. Pero, al final, es un lugar que tiene sus altibajos, como cualquier bar, y aunque hay que reconocer que hay cosas que pueden mejorar, la comida y el trato en general suelen hacer que la experiencia valga la pena. En resumen, si vas al Bar Amaya, prepárate para un ambiente casual y un poquito caótico, donde probablemente acabarás hablando con tu vecino de mesa mientras disfrutas de un buen marianito o una bola de pimiento que le hará justicia a tu paladar. ¡Eso sí, no olvides hacerte amigo del camarero para que te atiendan rápido!
Hay opciones de cócteles y vinos en el menú de Bar Amaya
Y hablando del Bar Amaya, es un sitio que se ha ganado su fama. Si tienes la suerte de estar en Pl. Coronación, 3, en Estella, definitivamente, deberías hacer una parada. Es un lugar que brilla con 5 estrellas por el ambiente y la atención. ¿Has probado su café brasileño? Es uno de los mejores que he probado nunca, y créeme, he recorrido varias industrias cafeteras, incluidas muchas en Roma, y nada se compara. Te lo recomiendo sin dudar.
La verdad es que, aunque el lugar es bastante céntrico y amigable, también tiene sus altos y bajos. El ambiente es generalmente bueno, pero he notado que el servicio en la terraza no es el mejor. Si piensas tomarte algo al aire libre, prepárate para tener que ir a la barra a pedir y llevarte tu bebida. No sé por qué te cobran como si un camarero te lo hubiera llevado. Un poco raro, ¿no?
También, cuidado si te cambia la mesa por una razón válida, como protegerte del sol. Ha habido malas experiencias con el personal: alguien incluso se quejó de que les mandaron al carajo después de un pequeño cambio de planificación. Eso sí que es feo. Pero no todo está perdido... ¡el vermut que preparan es increíble! Y esos fritos riquísimos y pepinillos rellenos de cebolleta son totalmente irresistibles. Un buen lugar para tomar el aperitivo, aunque a veces las esperas son largas, sobre todo en la terraza.
Sobre los cócteles y vinos en el menú de Bar Amaya, parece que no hay información específica al respecto. Aunque la mayoría de las críticas se centran en las tapas y el vermut, la carta de bebidas es un poquito más ambigua. Puede que encuentres algo interesante si lo preguntas directito en la barra. Pero sin duda, lo que no puedes dejar pasar son esos pinchos sabrosos y un buen café al final, ¡te van a encantar!
A qué tipo de público está dirigido Bar Amaya
La verdad es que el Bar Amaya en Pl. Coronación, 3, es uno de esos lugares que sorprende. Estuve almorzando ahí y la experiencia fue bastante buena y, lo mejor de todo, muy económica. Si andas corto de presupuesto, aquí puedes disfrutar de una comida sabrosa por entre 10 y 20 € por persona. La comida estuvo increíble, así que le doy un 5. El servicio también sobresalió, ¡otro 5! Y el ambiente… bueno, es acogedor y tiene su propio encanto, así que otra vez un 5. Perfecto para un buen almuerzo después de un paseo.
Claro que también hay opiniones variadas. Hay quienes comentan que el local es un poco antiguo, pero eso no quita que sea un buen sitio para comer y cenar. Además, hay algo muy atractiva de este lugar y es su terraza frente a la estación de autobuses; es genial para relajarte y disfrutar un rato con amigos o simplemente tomando algo. Imaginarte allí con un pincho de gamba y un Marianito blanco es, sin duda, un plan que se antoja. Personalmente, lo disfruté muchísimo.
No todo es perfecto, claro. Escuché a algunos que se encontraron con un plato combinado de mala calidad, lleno de patatas y una pechuga bastante seca. Eso no suena tan agradable, ¿verdad? Pero también hay críticas positivas sobre la comida, que incluye platos combinados, bocatas y hamburguesas. A mí me llamó la atención el vermouth, que dicen que es muy original y bueno. Y si te gustan los snacks, hay varias opciones recomendadas como fritos de pimiento, ensaladilla rusa y fideos con ternera y pollo. Todo eso a precios más que razonables.
En resumen, el Bar Amaya parece destinado a un público diverso. Desde estudiantes y grupos de amigos que buscan un buen lugar para comer sin gastar una fortuna, hasta familias que quieren disfrutar de una comida sabrosa en un ambiente relajado. Sin embargo, si eres alguien que se fija en la calidad del café o busca un plato 100% gourmet, puede que te lleves una decepción. Al final del día, es un lugar donde se puede disfrutar de un buen rato sin romper el banco.








